Los parques escuela llegan al cantón Pedro Vicente Maldonado
Guiados por Natalia y Dennis, estudiantes de turismo, y por el docente Elías López —un verdadero apasionado del bosque y de sus secretos— recorrimos el sendero Pakasayo. En cada paso nos sorprendieron las historias sobre plantas y animales que conviven en la finca: una huerta orgánica, aves de corral, cuyes, cerdos y, como telón de fondo, un concierto de pájaros que acompañaba el murmullo de un riachuelo y la frescura de una cascada. En pocas palabras, todo lo que hace único al Chocó Andino estaba allí reunido.
Lo más hermoso fue ver cómo los estudiantes no se quedan en la teoría: ponen en práctica lo aprendido en este laboratorio vivo que es su propio colegio. En ese marco compartimos con ellos un dato que les sorprendió: el territorio que estábamos pisando forma parte de la Reserva de Biósfera del Chocó Andino de Pichincha. Juntos ubicamos en el mapa los cantones y parroquias que la integran, conversamos sobre especies emblemáticas como el oso de anteojos, los pumas y los más de 700 tipos de aves que habitan en el territorio.
También reflexionamos sobre el valor del agua y la función de cada ser en el ecosistema. Y, como siempre, reforzamos el aprendizaje con juegos y dinámicas lúdicas que conectan mente y corazón.Este taller de Parques Escuela fue especial. Sentimos que la semilla está sembrada en un terreno fértil que seguirá floreciendo. Nuestra gratitud al rector Edwin Quiroz Erazo y a todo el equipo docente, en especial a la profesora Araceli Camacho, quien hizo posible este encuentro.
Gracias a todos por abrirnos las puertas, por la pasión con que enseñan y por demostrar que es posible equilibrar espacios de estudio con la riqueza natural que los rodea. La Fundación Biodiverso Chocó, junto al Proyecto RedViva-Condesan, se enorgullece de caminar a su lado en la tarea de construir un mundo más sostenible.
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